Al comenzar un nuevo año y presentarse nuevos retos estamos desafiados a buscar la unidad como una estratégica para alcanzar todo éxito. Las alianzas para trabajar en unión con otros debe buscarse que se de manera voluntaria, sin imposiciones para que se den los mejores resultados.
La meta de las autoridades civiles recién electas debería ser buscar la unidad con las demás instituciones de la comunidad como la familia, la educación y la iglesia para juntos resolver los problemas transversales de la ciudad.
En el matrimonio el hombre y la mujer llegan a ser simbólicamente una carne. Su meta es ser más que una amistad; es ser una unidad. De igual manera los nuevos gobiernos civiles deberán buscar esa clase de unidad de pacto para con los otros actores de la sociedad, sin que eso signifique pérdida de identidad. Porque la unidad en el matrimonio no significa pérdida de personalidad en la personalidad del otro. Significa ayudar a que la otra persona llegue a ser la totalidad de lo que puede llegar a ser.
Los gobiernos locales y regionales que empiezan a regir a partir del 1 de Enero de este próximo año deberán buscar fortalecer su unión con las demás instituciones civiles de su jurisdicción, buscar su ayuda para poder desarrollar propósitos civiles como el desterrar el problema de la delincuencia, drogas, accidentes de tránsito, etc.
La unión también debe ser con la empresa privada que no solamente beneficie a la gente involucrada directamente, sino también a los más necesitados del sector en formas de puestos de trabajo, desarrollo de talleres productivos, así como incentivos de toda forma de emprendimiento.
Un pueblo que trabaja junto y en unidad trae un gran incremento a la fortaleza de un país. La aplicación de los principios de unidad en los diferentes niveles de gobierno permitirá que estos trabajen juntos por el bien de todos.
Jorge Arévalo
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